Ayer hice una presentación en el colegio de abogados de Mataró. Magistrados, Secretarios, Fiscales, Médicos forenses, Personal al servicio de la administración de justicia y por supuesto, Abogados y Procuradores, junto al Personal que trabaja en dicho colegio, estuvieron presentes. Ante todo, agradecerles su presencia ya que sin ellos, aquello habría sido más un funeral que la presentación del libro.
A partir de aquí, decir que fui yo, el autor del libro y no su personaje que más que sociópata está alcanzando el diagnóstico de esquizofrenia, quien estuvo allí, firmando y dedicando libros, tal como debe ser.
No puede ser que un personaje de un libro, totalmente ficticio, sea capaz de usurpar las funciones de tal evento, porque de ser cierto, quizás el que padece alucinaciones y trastornos delirantes, sea yo, y por esa simple razón me niega a aceptar mi locura.
Quiero añadir, que para el próximo libro, si es que un día llega a ver la luz, obviamente, otro personaje ocupará el lugar central como protagonista de éste. Ana no puede ni debe resurgir nuevamente, como producto de mi imaginación, y disponer de una vida propia y real usurpando la mía. ( Me ha dicho el psiquiatra que tengo que sacarla de mi mente con mis pastillistas, una por la mañana y otra por la noche), pero ella, en vez de darse por aludida continúa escindiendo mi cerebro ( Me han hecho una resonancia y dispongo de dos encéfalos en el interior de mi craneo, con sus 4 hemisferios y todos los lóbulos por duplicado)
En fin, que el psiquiatra no me deja actuar como uno y otro simultáneamente. He hablado con Ana y hemos llegado a un acuerdo, actuaremos secuencialmente, sin entorpecernos en los actos. (Pero eso no se lo diremos al psiquiatra, será nuestro secreto). Así solucionaremos el problema, ya que hoy mismo uno de los magistrados me ha preguntado la causa de la mala relación entre ambos. Creo que con ese acuerdo, pondremos las bases para construir una bonita amistad.
Muchas gracias a todos