Desde Rotama, con un sofocante calor que hierve las neuronas, han empezado las fiestas de las Santas y algo han cambiado desde mi infancia. Son más multitudinarias, supongo que el crecimiento exponencial de la población, algo ha ayudado, y también se han etilizado mucho más. A horas tempranas encuentras no únicamente la suciedad, con botellas de licor y cervezas plantadas en las calles rodeadas del abono de plásticos, latas y toda suerte de desechos, sino que encuentras a chavales que a duras penas son mayores de edad o incluso menores, al menos por el aspecto, durmiendo al raso con la mona en cualquier esquina, jardín, portal o rincón de esta ciudad. Por favor, hagamos unas fiestas memorables y no precisamente por esas circunstancias que antes he mencionado, sino por la participación de la gente y por actos que supongan realmente un estímulo un referente para nuestros hijos.
Aprovecho la ocasión para agradecer a todos los que me habéis felicitado por mi santo, en el día de hoy, Santa Anna, justo en medio de Santiago y las patronas de la ciudad.
Muchas gracias a todos y felcidades al resto de Anas
Ana Manso